No culpes al amor, no lo culpes
Lo que te daña no tiene corazón
Aquello que te rompió no fué bondad
No lo encierres, pobre amor
Y el problema no es que se amó, sino que se dejó de amar
El problema no es que estuvo, sino que no pudo estar
No culpes al amor, no lo culpes
No hay mentiras ni mala intención
Pues es suyo el equilibrio, no la confusión
No todo mareo es propio del amor
Él no te robó, él no te encarceló
No es ni el criminal al que temes
Ni el juez que a tu tropiezo condenó
Fue la locura que invocó el hastío
Fue la obsesión que a la mente amenazó
Con la incertidumbre del vacío
No culpes al amor, no lo culpes
Solo es agua que fluye en libertad
Invadida por rocas convencidas
De que al amor se le puede culpar
Por las hojas secas del otoño
Por la cruda nevada del invierno
La astenia de primavera
O por las quemaduras del verano
Cuando en realidad
El amor tiene todas las respuestas
En las pocas hojas verdes que resisten
En la calidez humana ante el frío
En las flores que de colores se visten
O en la frescura de un río
Si un querer te cuesta encontrar
Tal vez solo dejaste de amar
Y los peces sin el mar no nadarán
Si en tu elección, mantienes la herida
Culpa al ladrón o incluso a tu propia decisión
Pero no, por favor… no culpes al amor.