Viridiana Hernandez

Tranquila

Todo está tranquilo, como tanto esperé. Vuelvo a la normalidad, a la rutina, donde la ansiedad ya no me consume y el nerviosismo me gana.

 

Hoy todo es tranquilo, respiro con normalidad y disfruto del aire libre rosando mi piel, en un paseo, en una tarde de café.

 

Aquí todo está tranquilo desde que decidí alejarme, tomar distancia. Aquella libertad que tanto disfruto la siento de nuevo en mi ser, en mi paso firme.

 

Mi respiración se ha normalizado y en mi mente ya no hay ideas que divagan, la incertidumbre se esfuma y el miedo se apaga.