Caminar con ambas piernas,
La estrechez de los días,
Son amargas y dolientes.
Las melodías internas,
que nunca compartirías,
en casi todas, presentes.
Encerrado en su claustro,
dominará sus emociones,
depurará los recuerdos;
mientras exista el austro,
con sutiles confesiones,
sin vaciar los acuerdos.
Cada una de las notas
fijará un sentimiento,
y cada interpretación,
alejará las derrotas,
macerando el intento
por opacar la sensación.
Pablo Paronzini.