En aquel palacio
Nadie dormía,
Nadie podía.
El rey por la espada de Damocles,
Los cortesanos
Por la paranoia del rey
Unos, y otros,
Por planificar
Cuánto y cómo ascender;
Los ciervos
Por el trabajo,
Los soldados
Por el castigo,
Los otros por estar presos.
...
En ese castillo
Nadie dormía
Yo estuve ahí,
Lo ví,
Nadie podía,
De noche se acostaban tarde
Por miedo a la cama,
Cuando lo hacian
Daban mil vueltas con la almohada,
O a ver la heladera
Se levantaban;
Y si no,
Hacían fiestas toda la noche
Para evitar ir a la cama.
...
En aquella mansión nadie dormía
Nadie podía,
Mil manjares distintos había en la cocina,
Se servían en la cena,
Se servían en la mañana;
Trajes, carruajes, joyería
Y antigüedades;
El jardín de tulipanes y rosas
Decoraban sus muralles,
Pero en aquel jardín
Cubierto de lirios,
Peonias, hortensias, camelias, claveles,
Lavandas y laureles
Tampoco nadie dormía,
Ni una hamaca colgaba
De los helechos, magnolias y cerezos,
Ni un cuerpo dormía al lado
De sus fuentes y estanques
Rodeadas de nenúfares, juncos, agapantos y calas.
...
Mas una vez
Decidí seguir al jardinero
Y a la lavandera
Que solo trabajar los veía
Diciendo \"en algún lado deben dormir,
En algún momento\"
Y los ví,
Llegar a su choza
Y ahí dormir.
Los niños saltaban sobre ellos,
El perro ladraba,
El viento soltaba la chapa;
Y ellos dormían sin fin.
...
Ahí lo entendí:
Ni el general mas condecorado
Del palacio podía dormir,
Lo levantaban sus recuerdos
O le impedían dormir.
Ni el mas rico de la corte
Podía dormir,
Lo levantaba el miedo
De perder su tesoro
E iba en la noche a verlo allí.
Ni la damisela mas encantadora
Podía dormir,
Ni el mas valiente soldado,
Ni el mas gallardo señor,
Ni el rey en toda su pompa
Podía dormir,
Como en aquella choza
Yo los ví dormir.