Jorge L Amarillo

Huella que nada ha dejado

Un silencio que contamina el aire
una flor que se muere en primavera,
un amor que nunca es de nadie
una musa que no haya sus letras.
 
Una estatua convertida en un cuerpo
un corazón que solo late dolor,
un luto que dejó de ser negro
un sueño que nunca, nunca nació.
 
Una palabra que no se dijo
una luna aún en el amanecer,
un ayer entregado al olvido
una ilusión que jamás pudo ser.
 
Una luz entregada a la oscuridad
la brisa atrapada en un abrazo,
una mentira que no supo ser verdad
¡Y mi huella que nunca nada ha dejado!