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Cuando tus lรกgrimas bajan en silencio โœจ

Hay lágrimas que no suenan cuando caen, 

Descienden despacio, como si 

temieran despertar el mundo,

y sin embargo, el cielo entero se

conmueve cuando tocan la tierra.

 

El creador, ese eterno, guardián de lo invisible,

inclina su oído al murmullo del alma,

con la delicadeza de quien recoge estrellas 

fugaces, guarda en su orden cada lágrima 

que nace del dolor.

 

Allí las conserva intactas,

cómo si fueran pequeñas semillas de eternidad,

que un día florecerán en la mañana de tus nuevas

alegrías.

 

No hay lágrima que se pierda,

ni suspiro que no llegue a su oído.

 

Dios escribe en su libro secreto el

nombre de cada tristeza,

y junto a él, una promesa.

 

\"Este llanto será transformado en canto,

está herida conocerá la luz\"

 

Llora si necesitas,

Llorar no es rendirse,

es confiar tanto que atreves a ser frágil frente 

aquíen todo lo sostiene.

 

Cada lágrima tuya es una confesión de amor,

una oración que no necesita palabras,

un \"Aquí estoy\" que el cielo comprende.

 

En las noches donde el silencio pesa

cómo una piedra sobre el pecho,

cuando el alma se siente 

abandonada a su sombra,

Él se aserca sin ruido,

Se sienta a tu lado, invisible toma tus 

lágrimas como quien rescata cristales 

del fondo del mar.

 

Las guarda en un frasco hecho de 

misericordia, donde brillan como luciérnagas 

en la oscuridad.

 

Y mientras tú duermes con el rostro húmedo,

\"Él susurra promesas que la aurora cumplirá.

 

\"El llanto durará toda la noche,

pero al amanecer te vestirás de risa.\" 

 

Cuando el alba de su amor te despierte,

verás que las sombras retroceden como 

un río cansado...

 

De tus ojos nacerán flores que perfumen la 

memoria del dolor,

y tu risa, esa que hoy parece perdida,

Volverá al cielo convertida en canto de paloma.

 

Así que déjalas caer, amor mío,

esas lágrimas silenciosas que sólo Dios y tú 

conocen.

 

Por qué hay un lugar, más haya del tiempo,

dónde él las guarda una a una, como quien conserva

perlas de un océano sagrado.

 

Y en ese frasco de luz divina,

la certeza de que ninguna lágrima se derrama en vano.

 

 

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08-11-25