Viendo
un poco
la tarde,
comprendí
que el sol muere igual
que la vida,
porque cada mañana
uno abre los ojos,
cada noche uno
cierra los ojos,
y uno va envejeciendo.
Bueno...
el sol también envejece,
no de la misma forma de como
envejecemos nosotros,
pero también envejece,
y cuando ya está llegando
al final de su vida,
entra en esa etapa
en el que brilla mucho,
se hincha mucho
hasta devorar
todo lo que esté cerca de él.
Bueno...
así muere la vida,
solo que nosotros,
en vez de devorar
planetas,
devoramos
un trozo de la vida
de las personas más cercanas