En los recovecos de mis sueños, soy honesto,
pero en la vigilia, las palabras se enredan.
No fue mi intención causarte daño, lo juro,
eres especial, un destello en mi universo.
El pasado es un lienzo manchado, imborrable,
pero el perdón es un puente que podemos cruzar.
Eres mi razón para respirar, para vivir,
tus sonrisas, tus gestos, como notas en mi melodía.
Cada momento contigo es un regalo, un tesoro,
y aunque las palabras no siempre fluyan,
sé que, en el silencio, nuestros corazones hablan,
te pido perdón, y anhelo un futuro compartido.