Cristóbal López de la Manzanara

EL TIEMPO HIZO MEMORIA

El tiempo hizo memoria,

se rajó el viento por la mitad

y el azul celeste tenía el maquillaje

de un sueño incomprendido,

mientras los pinos se echaban el amor a las costillas.

La tarde ya color membrillo

estaba justo para comérsela

cuando el cielo clavaba los dientes al sol.

El paseo mostraba un infinito

a la búsqueda del beso en el brocal de una duda.

 

Entonces sorprendía junto a ellos

ese gusano férrico que rectaba por la vía

con las valijas hacia el sur

y se apagaba de pronto la tristeza

con un pecado a medio hacer.

 

                                                                                  Del libro: Diario transferible