Alvaro S.

Corazón cobarde

 

COBARDE SIN RAZÓN

​Es hora de decir adiós. El capítulo se cierra por mí.

​Aunque apenas te vi, mi mente se obsesionó.

Las noches de insomnio no vinieron de ti, sino de las dimensiones

que yo elegí no abrir.

​No. Siempre fuiste tú.

Pero el que no se atrevió a moverse fue mi corazón, prisionero de la cobardía.

​Mi alma gritó una orden de avance. Mi propia mano bajó la espada. Me rendí sin luchar.

​Y esa fue la lección final: la traición más amarga es la que uno se hace a sí mismo

Autor: Álvaro s.