Viridiana Hernandez

Tormenta

Llegaste como tormenta a mi vida sacudiendo todas las cosas dentro de mí.

 

Arrebatándome besos, caricias y miradas cual viento arrasando.
A tu paso te llevaste algunos sueños, y en una ráfaga mis suspiros. 

 

Un amor que me inundó el corazón,
que me dejó solamente la humedad de mis ojos llorosos tras su paso devastador.

 

Y al llover una vez más, los estragos son aún más notorios. Aquí todo está nublado, sombrío, me ha dejado en ruinas y un aroma a petricor.

 

Dejé pasar el chubasco que todo lo derrumbó, me quedé sosteniendo las partes que me quedaban por salvar, dejando pasar el dolor.

 

Mientras contemplo el cielo gris te siento convertir en brisa al roce de mi piel, reconociendo que tu presencia sigue aquí con menos fuerza.

 

La catástrofe ha pasado, el cielo se despeja y las nubes grises se dispersan.

 

Ahora espero a que la lluvia cese para que a la luz de un amanecer, comenzar a rescatar las piezas que aún me quedan tras tu partida.