Hoy, justo hoy…
Paso por aquí como siempre, pero hoy marcando la diferencia,
porque hoy es un día especial.
Hace exactamente 365 días, te pedí que fueras el universo de mi vida,
que formaras parte de mi andar,
que fueras tú quien despertara a mi lado,
que fueras tú quien brillara con mi apellido.
Hace un año te entregué mi mundo entero:
mis ojos, mi cuerpo, mis manos, mi alma.
Hoy te doy gracias por todo lo que hemos vivido juntos,
por lo que he aprendido en esta trayectoria.
No ha sido fácil, lo sé,
pero aun con temores, caminas firme a mi lado,
de la mano, ante el mundo.
Gracias, mi amor, por amarme como lo haces.
Gracias, vida mía, por ser mi refugio y mi razón.