Huele a inocencia.
Mi niña perdida
con ojos medio abiertos
pelea con el viento
que escupe día y noche
su maldita, sola
y triste realidad.
Huelo la misma oscuridad
en las rutas,
en las calles,
Pasa andando
huérfana con madre
perdurable huella de
inocencia ambulante
de la mano con el llanto
de la mano con sus penas.