prosainefable

La ingenierĂ­a de tus ojos

Yo ingeniera jamás quise ser,

yo no había nacido para calcular, medir ni resolver. 

Yo había nacido para escribir, para ser.

Para aprender con el alma la maravilla del querer.

 

Pero un día el concreto camino de la vida,

calló esta melodía viva, y ahí, me lanzó en la ingeniería. 

Cálculos, medidas, problemas sin salida. 

 

La ingeniería la tienen tus ojos, que me invitaron

a volver a amar; a que la poeta, volviera a crear.

Me sacaste de ese lugar, donde los números 

y esa sequedad, me hicieron estallar.

 

Sea por dolor, sea por amor, 

o por el más temible dolor;

te quiero resolver como mi más bella ecuación

y no me importa cuál sea la solución.