Las personas cambian tanto,
y mi alma insegura siento
como un aclamado lamento;
del destino estoy atento.
Ya que me quita lo que amo,
pero me cura en lo que hago:
en escribir inefables versos,
llenos de tantos recuerdos.
No puedo evitar en llanto caer,
a pesar de que disimule crecer,
cambiar lo que soy y florecer,
pero el mundo logra retroceder.
Con esta tétrica melancolía,
con este lema en cada día:
de solo mejorar en alegría
y dejar una linda melodía.
Autor: Samuel Fuentes