Hernán Mejía Silva

EL CAIFÁN Y LA LUNA

El eco se queda,

protegiendo tu halo,

para cuando vuelvas de noche,

y nada te haga daño…

 

El suspiro de tu luz,

acompaña estas estrellas,

que cantan y callan,

volando en la espesa nada…

la nada hace daño.

 

Entre los respiros del silencio,

te veo por el hueco,

infinito entre cortina y universo,

me prendo de tu caricia de luna…

para que nada me haga daño.