Sólo quien ama vuela, un anhelo santo,
Pero, ¿quién ama así, cual suspiro altivo,
que sea como el gorrión, ligero y fugitivo?
Hundiendo este odio, un negro canto.
Amar sin amar, correr... ¿quién corre, en tanto?
Conquistaré el rojo, con plumaje altivo,
pero el amor, abajo, un desconsuelo vivo,
sin alas, ni fuerza, un lamento y llanto.
Un ser ardiente, claro en sus inquietudes,
quiso volar alto, la libertad por nido,
olvidando las cadenas, las crudas actitudes,
donde faltaban plumas, valor y olvido.