No hay una soledad que no sepa tu nombre
ni una lágrima que no te haya besado en el silencio,
ni una noche que no haya visto a nuestras sombras desnudas
entregadas a la pasión que solo nos llevaba a un mismo deseo...
No hay una constelación de estrellas ni de astros
que no me hayan inspirado en el nacer de mis versos,
ni hay huellas que hayan sido borradas por la lluvia
cuando enamorados escapábamos juntos con el viento...
No hay un lugar donde no nos hayamos amado
llenos de plenitud y encendidos por un mismo fuego,
ni hay sueños que hayan nacido en vano
cuando los dos desafiábamos inocentes al paso del tiempo...
No hay nostalgias que envuelvan al corazón
ni límites que marquen las fronteras del mismo universo,
solo hay el eco de aquella historia de amor
y dos amantes que en esta vida, por amarse, se perdieron...