Raul Gonzaga

Eres tú, mi Salvador

Infinita soledad,
una gran melancolía,
larga noche, frío día,
pero pleno de verdad;

cuán admiro esa bondad,
esa brillante armonía,
rimbombante melodía
en esta realidad;

inconmensurable luz,
dulce cascada de vida,
la fragancia de una flor;

deslumbrante en tu cruz
ante una muerte vencida,
se levanta inmenso amor...