No sé lidiar con esta nimia inteligencia
menos aun, bajo las lunas de diciembre.
No sé someter el amor que contengo
si este sentir, en cada poro de mi piel,
fue fecundado para sacarlo,
volcarlo solo en ti...
no en otro cuerpo.
No sé degradar las espadas de tus iris
que atravesaron los míos
imponiéndome la luz de un raro destino
excesivamente lejos de tu verbo,
labios, manos, sudor y quejido.
Llegará mayo con su llanto desteñido
le seguirá el invierno y entonces el corazón,
a ratos, detendrá su sangramiento
con el sacro silencio del frío.
Más yo, poética, seguiré avanzando
por el linaje rosado de tu esencia
queriendo que tu silueta me reciba
elegante, escurridiza, altiva
¡adorable, inmortal, mía!
Llegará todo, primicias y cesaciones
emociones, pompas, jolgorios, estaciones,
un poco de mesura, ráfagas de tranquilidad
inclusive en el lapsus de cualquier hora
hasta la muerte ha de llegar
pero tú, mi amor...
¡nunca más!
Y yo, siempre la misma, jamás idéntica
nunca completa, permanente con sed
sin lograr a tu manantial acceder.
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P-Car
Paty Carvajal-Chile
N°1436 – 10.12.22
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Mi Poesía: Lunas de diciembre