Suspiro por inhalar el aire que tú respiras,
el que me falta al hablar si veo que tú me miras.
Quizás por esa atracción a veces no soy yo mismo,
es para mi una ilusión que roza el escepticismo.
Tu indescriptible dulzura es un arrebol silente,
que da luz a tu ternura y hasta en el alma se siente.
Tomada de alguna flor, tu inmarcesible belleza
adornará nuestro amor, su esencia, que es la pureza.
Imaginaba soñando multitud de fantasías,
cosas de enamorados, vivencias tuyas y mías.
Amor, en la lejanía nunca dejo de extrañarte,
es para mi una agonía el tener que imaginarte.
Olvidemonos del mundo amándonos como locos,
donde el amor es profundo, allí somos unos pocos.
Esa inefable locura es de un éxtasis total,
que si en el tiempo perdura, roza lo espiritual.
Amo cuanto puedo amar, gozo en cualquier circunstancia,
nunca nos va a separar, no es óbice la distancia.
Eres mi luz y mi cielo, eres mi amor y te adoro
de mi tristeza, consuelo, el valor el de un tesoro.
Eres mi esencia vital, la razón de mi existencia,
la parte más pasional, me la aporta tu presencia.
Déjame ser el suspiro que llene de amor tu alma,
la voz que en lo más profundo, grita y de amor exclama.
Classman