Me confesó por errata
psicofonía profunda
que asesinó a su segunda
mitad por creerse gata.
Atormentado y en bata
piensa en croquetas de pollo,
que ni tragará el mogrollo
nula esperanza lo vence,
arrinconado revence
a su pasado sin rollo.
Y turnando su decencia
en nocturna lucidez
apeló por madurez
endilgada a la demencia.
Y en confundida apariencia
agarró un carcaj de trinches,
y cortó sus venas chinches
no sin decir a su gata,
que en el limbo en por sonata
lamerá sus mil berrinches.