Morfeo
Nuevamente me envuelves en tus alas
y me llevas a ese lugar que no deseo.
Nuevamente me sumerges en la acrofobia de tu existencia,
sin quererte, sin invocarte, vienes y me posees.
Me llevas al despeñadero, como evocando todos mis miedos,
demostrando mi endeblez y mis quebrantos,
y aunque no te llame, apareces como quien te hubiera citado
Entonces mi inconciencia dicta que
fui transportado a ese mundo carente de luz,
sin respiración, ausente de amor.
Dominado por la conmoción, la inseguridad,
la angustia, el pavor y el menoscabo
El vacío llena todos los sentimientos
y se apodera de toda razón,
hasta que el respiro acelerado y el sobresalto
abren la puerta de la luz y la existencia,
para abrazar la realidad cotidiana,
cargada de nuevas esperanzas,
que, aunadas al trino de las aves,
retrotraen el afán de una nueva jornada.
Así que desaparecete Morfeo.