Ⅰ. El No que Despierta
Soy el NO que te descoloca
en tu jardín de rendimiento
y servidumbre.
No te concedo ni la fruta prohibida.
Pensabas que estaba aquí para complacerte,
pero soy una creación
que se recrea en su propia expresión diversa.
Tan libre como el aire que respiro,
tan dura como la roca
donde rompe mi mar bravo.
No hay cadenas
que mi lava no derrita.
Ⅱ. La Tierra que Habla
Las “bestias” que me pueblan
tienen más alma
que tu máquina de muerte y explotación.
Pensabas que podías
hacer y deshacer
como si la vida no tuviese valor propio,
ni existencia.
Pero la vida es un códice antiguo,
y tú solo un mal sueño momentáneo,
envuelto en gloria de chatarra y plástico.
Esta historia es una espiral
que se despliega en un ciclo eterno,
y tu línea de progreso
no está incluida.
No hay más dios
que mi templo vivo
y tú no tienes acceso.
Ⅲ. El Retorno del Dragón
Soy el paraíso que florece
en el verso del poeta.
Una visión mística,
memoria de estrella.
Soy la que canta en el hueso,
la que vibra en la sangre,
la grieta por la que se cuela la luz.
Una columna de fuego,
y dragón.