Van de nuevo,
bajo otro cielo,
conductas extrañas,
las mías, las de ellos… y las del firmamento por supuesto.
Viajamos a otro instante,
se trata de esas horas sin tiempo,
algunas veces también me pierdo,
entre falsas curvas y cronómetros inciertos.
Al final, regreso a este corazón que llevo,
se ha hecho más extremo, menos cálido, un poco más duro…
feroz sigue el frío clamando,
hay un silencio implícito en firmamento.