Estoy destilando una pena,
esa, que me dejaste de regalo
con la partida de ocaso,
violando un pacto sagrado.
Será mi bebida, en noches
de olvidos, abrazos de humo,
besos dormidos, y suspiros,
cansados y mudos.
Adormece mi tristeza
y florece mi alegría,
con tu bello recuerdo…
y te siento tan mía.
Esta pena penita,
en el alambique de mi corazón,
destila cada día
al calor de un lindo Amor.
Pena penita pena,
que destila en alegría,
te quiero, por el momento.
¿Te iras, te irás...algún día?.
Angel Miguel