Lucía gómez

CASA VIEJA...

El humo de los trenes

cayendo suavemente...

sobre la noche fría.

Y el viento golpeando

sobre las hojas verdes

que dejan a lo lejos

cantando el corazón.

Un olor milenario

a frutos disecados

guardados en estantes,

y aquella casa vieja...

que no sabe llorar.

L.G.