Buenos días mi pequeño gorrión.
A mi terraza traes la alegría,
con la seguridad de quien confía,
en animar mi triste corazón.
En la ventana dejas un plumón
como muestra de tu fiel compañía,
y en mi alma se instala suave armonía
al oír tu melodiosa canción.
Con gran anhelo tu visita espero.
Pues es tan grande la ilusión que siento,
que llegue pronto el nuevo día quiero.
Del bien y la paz eres mensajero,
y en mi mente con claridad presiento
que tú eres un amigo verdadero.
Nelaery
Dedicado a Salva Carrion