Por lo visto, lo visto,
arruinan la ruina,
desalman el almario...
Por lo visto, lo visto,
animan con furia las llamas del horno
con cabezas esclavas, huesos quebrados y corazones domados...
Por lo visto, lo visto...
¡Nada que perder más que la humanidad!
¡Nada que ocultar más que la esperanza desalojada!
¡Nada que amar más que el amor incondicional que se siente!
Por lo visto y observado,
por lo sabido y no asimilado,
por lo besado y antes amado,
por lo visto, lo improvisado de lo visto...
De un vigía, velando el dominio
de la nada imprevista...
Hernán J. Moreyra