“¡Sí, ha llegado el AMOR
hasta mi sur en alerta!
Es el placer que despierta
el cielo nuevo sabor”
(Dijiste)
Y yo te respondí:
Sí.
Llegaré y tocaré a tu puerta
la abrirás, me recibirás y abrazarás:
Como brasa que quema, pero no duele llegaré
como incienso que sube en el altar
como velero que se adentra en altamar
así a tu vida con todo mi amor llegaré.
Sí.
Llegaré una vez más, deseoso hasta tu cama
me cubrirás con tus sábanas y me darás tu aliento
y yo te corresponderé haciéndote sentir por dentro
la más feliz de las mujeres.
++++++++++++++++++++++
Bello recuerdo de ese poema
que, mientras lo acunabas en tus pechos,
sonreía y disfrutaba de tu aroma.
Sentía la tibieza de tu cuerpo
El calor de tu aliento...
la pasión y ternura de tus besos.
+++++++++++++++++++++++++++++
Estoy en la punta de tus dedos
cuando recorres tu almohada.
Estoy en el suspiro de tu boca,
cuando mi nombre evocas.
Estoy en tus ganas,
en tus ansias,
de tu flor preferida,
en su fragancia.
Estoy...
en donde tú me pienses.