No aventures de cabriolas
pues el mar no te da ni un \"hola\".
Es aburrida la vida,
con su regusto a café
mal preparado en la fe
del que se cierra la herida.
Pero a paso desollado
creemos en lo que vemos:
las noticias que merecemos
y el fulgor atornillado.
Los famosos son constantes
en refregarnos en plena cara
sus vidas despampanantes
golpeándonos con su vara.
Todo esto es un risueño
chiste que avanza perplejo
y nos mira con catalejo
de realidad en su sueño.