No buscaré culpables, ni editaré los guiones cual rasposdias llegaron hasta mi, con pedantes fracciones y respuestas distantes. Mas, tronaré mis resquiebros en los plumones inflados, inflados por inspiraciones dadas, en resguardables nichos en los que pase en vela, con mis anemoias joviales, en piladas, empolvados en un balde...
Borraré las comas, puntos y tangentes; de mis tablones divisores, del querer amarte sin dolores y el dejarte sin rencores...
Cuanta injuria por dones, me dió el director celestial de greda, en las penumbras celestes.
Ahora, remaré al incierto. Calambres ah de causarme las sensaciones de ser y no ser.
Prometo encontrar lo que sientes, que piensas que sientes, pero, realmente no lo sientes. Y, llevar cual diamante mis incesantes pregones de tenerte, a las lumbres que embeleces; Mi por siempre, Cicé...