LOS RELOJES DEL MIEDO
Esos relojes del miedo dan la hora
con agujas de sombra en carne viva;
su péndulo es la duda corrosiva
que en el alma inocente se evapora.
Cada tic es un grito que devora,
cada tac, la mirada que cautiva
al que piensa distinta alternativa
entre rejas de niebla y luz traidora.
No miden tiempo, miden sumisión;
son brújulas sin norte ni clemencia,
marcan la ruta gris de la opresión.
Pero al menor temblor de la conciencia,
se quiebran como espejos sin perdón,
y el hombre vuelve a alzar su transparencia.
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025