No necesito permisos
No tengo maestros
Soy la brújula de mi propia alma
Soy la dueña de mi destino
Sólo hay un pacto
el que nace del fuego
El que ruge desde las entrañas
No hay dioses que dobleguen mi espíritu
Solo una forja incendiaria
Mis raíces son semillas
Que despiertan entre los úteros de los mundos
Lengua de magma
Que funde los barrotes
Eras antes que cualquier verbo inventado
Luz ignea que invoca
Como un rito antiguo
La llama que fascina
Entre espirales y crepitares
Allí estabas en el inframundo
La verdad incendiaria
La rabia acumulada de tanto aguantar
Hay una tension en mi cuerpo
Cuando escribo desde ese lugar
Que es lo que han intentado domesticar ?
Que es lo que el cuerpo ha soportado
Vas a verme caminar sobre las llamas
Danzar sobre las brasas
Como si mi piel fuera de escamas
Estoy afilando mi mirada
No habrá sombra que no sea recuperada
Como fragmento y joya,
reina de mi alma