El destino predecible,
con camino trazado y correa en mano,
el sol olvidó como calentar el otoño,
aún así, tras el gris cristalino,
algún rumbo encontramos,
para encontrarnos…
Hoy miro un poco distinto,
azul diáfano y verde marchito,
los otoños son poéticamente crueles por definición inexacta…
no, nunca supe decir adiós,
pero sí hasta mañana,
después de la media noche,
cuando el frío se robe todo.