Nkonek Almanorri

A LA ATENCIÓN DEL DR. FERRAN SÁEZ MATEU.

El pasado día 30 de octubre de 2025 tuve a bien publicar aquí un artículo el cual, con título VERDADES QUE NO GUSTAN, lo comenzaba con una frase a modo de entrada que decía: “Queda un olor de tiempo” cuyo autor – que cité en dicho artículo – lo tenía anotado en una libreta de anotaciones desde hace muchos años era del escritor cubano José Lezama Lima la cual estaba, y está,  en su libro “Enemigo Rumor”  publicado en 1944; esto es lo que yo vi y leí en su momento y que ahora lamento no haber anotado – como referencia -, el lugar en que fue publicado. Ahora, hoy día 4 de noviembre de 2025 y a mi vuelta de unos días fuera de casa, he recibido como respuesta aquí y a dicho artículo unas palabras del Señor, así firma, Dr.  Ferran Sáez Mateu, que me supongo, o quiero creer, que es el autor del libro “La otra hipótesis”, y que acabo de terminar de leer (recomendado), el cual me pide una rectificación a mis palabras en dicho artículo con respecto a frase citada y su origen, el que yo señalé, al mismo tiempo y a su vez, también, me pide un poco de rigor.

 

El señor Sáez Mateu asegura que dicha frase, “Queda un olor de tiempo” pertenece efectivamente, según él, a César Vallejo y que es del poema “Oración del camino” del libro “Los heraldos negros” publicado en 1918 y que para más información dicha frase está en la página 89. Bien. Llegado a este tramo por mi parte no es una cuestión de quién tiene razón, si el Señor Sáez Mateu con sus datos o yo con los que  he encontrado en su momento, hace ya muchos años; lo que sí he querido, ahora, es buscar información para, o bien rectificar mis palabras anteriores o bien darle a este señor toda la razón, y lo que he encontrado acerca del tema, del origen de esta frase arriba citada es lo siguiente:

La frase “Queda un olor de tiempo” es de Gastón Baquero, uno de los grandes escritores y poetas cubanos del siglo XX; proviene del poema “Testamento de pez” que está incluido en su libro Poemas (Madrid 1942).

La expresión “Queda un olor de tiempo” es una de las más citadas de Baquero y ha sido interpretada como una metáfora de la persistencia de la memoria y del paso del tiempo, una huella olfativa que sobrevive incluso cuando todo lo demás ha desaparecido.

Testamento del pez, fragmento:

 

…He sido un pez; he amado el agua,

El silencioso nacimiento de las

Algas, la mansedumbre

Líquida del mundo.

 

He sido un pez, y he visto desde el fondo

Las raíces del cielo estremecerse.

 

Todo era verde y quieto,

Pero un día vino el

Hombre y me

Miró con

Sus ojos

Secos.

 

Desde entonces supe que estaba solo.

Un día me sacaron del agua y

Vi el rostro del aire.

Entonces supe que el tiempo olía,

Que el tiempo tenía un cuerpo,

Que el tiempo se pudre

Y deja un olor.

 

Queda un olor de tiempo,

Un vaho de siglos

En el alma.

 

Esta información al respecto  buscada  en Internet en la cual encuentro estos datos no coincide ni con su versión ni con la mía pero sí hay un dato que podría ser importante reseñar y es el que usted, Señor Sáez Mateu, menciona: la fecha de 1918. A partir de aquí, y de estos datos míos y el suyo acerca del año de publicación creo que, el que quiera – incluido usted – puede seguir buscando si lo considera de sumo interés; yo creo haber cumplido con mi promesa de buscar una información cercana a la que usted me pidió.

Sin nada de acritud, un saludo afectuoso.

 

P.D.

 

El Sr. Sáez Mateu, escritor y filósofo, es el autor de la novela “La otra hipótesis” la cual recomiendo su lectura. En la primera página se lee:

“Nadie recuerda quién decidió trasladar piedra a piedra los 6260 kilómetros de la Gran Muralla china cuatrocientos metros hacia el sur. Algunos dicen que ni siquiera se trató de una decisión, sino más bien de una inercia. Mi hermano, que es un gran aficionado a la historia, siempre lo ha comparado con lo que ocurrió en Europa hace doscientos ochenta años al comenzar la Primera Guerra Mundial…”