ATRACCIÓN
Cuando pasas a mi lado,
dibujando tu camino,
vuelvo a mirarte,
en tu silueta sumido,
que empieza a alejarse,
y no te aparto de mi vista,
como algo en mi subyugante,
incontrolable, reiterativo,
que cuando te avecinas renace,
dando vida a esta naturaleza detonante,
mezcla de atracción insalvable,
con caudal desbordante,
jugoso fruto de ese yo interno
que tiende a atraparme.
Nunca te he saludado,
pero creo que, en tu palpitar,
lo que causas ya lo sabes
y circulas mi avenida de forma reiterada
simulando ignorancia,
pretendiendo no provocarme.
Eres como ese girasol encantador,
o como esa rosa fulgurante,
que impide que de mi vista te aparte,
y que te aleje de mi esfera circundante.
En mis adentros me prometo;
que la próxima vez cerraré mi cortina,
y someteré este impulso atrapante,
pero al pasar de nuevo, vuelves a conquistarme,
entonces, tendré que vivir con esta realidad
que me lleva a admirarte,
aunque en el fondo no me atreva,
ni siquiera a saludarte.