Tu que me persigues a dónde voy
inquieta y adorada tentación,
no permitas que hacia ti
desvíe mi atención.
Tu que me impulsas al amor
estimulando mis pensamientos,
para que yo pueda escoger
mis más puros sentimientos.
Tentación que produces temor
y que al peligro me incitas,
cuando una mujer me invita
para tener una cita.
Eres tu la que me anima
y me haces vivir la emoción
aumentando la alegría
que hace vibrar mi corazón.
Serán muchas las tentaciones
que tendremos en la vida,
pero uno es quien decide
si acepta y les da cabida.
Siempre estaremos tentados
para entrar en acción,
pero solo al débil de mente
es atrapado por la tentación.
La tentación nos incita
y nuestros deseos despierta,
pero el peligro es latente
y deja su puerta abierta.
Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,02/11/2025.