Cuando recuerdo sus ojos
verdes igual que las gemas
siento que nacen deseos
para volver a la senda
donde me dio sus caricias
llenas de mieles excelsas
porque sus besos tenían
esa dulzura que inquieta;
que hace que nazca
linda quimera
llena de ensueño
cálida y tierna.
Cuando los trinos del mirlo
se oyen igual que vihuela
siento en sus bellos acordes
dulces suspiros que alientan,
porque su voz la recuerdo
llena de notas perfectas
como sonata de Verdi
plena de amor y belleza;
que hace que nazca
magia suprema
donde mi pluma
siempre se abreva.
Cuando la palma se agita,
suave, magnífica, esbelta,
siempre del alma me fluye
dulce y sensible poema
lleno de luz y ternura
como los versos de Buesa,
porque recuerdo su imagen
siempre sensual y tan bella;
que hace que nazca
plácida idea
para de nuevo
yo poseerla.
Autor: Aníbal Rodríguez.