Que el eco de tus propias decisiones te acompañe a donde vayas,
Hasta que aprendas a no usar los corazones como herramientas.
Que la belleza que llevas por fuera
Se vuelva un mapa frío y vacío,
Cuando busques refugio
No lo encuentres.
Que la soledad te enseñe
Lo que nuestras noches
Trataron de decirte
En voz baja.
Que toda la vanidad con la que andas,
Se convierta en un frío espejo
Que ya no permita excusas.
Que el tiempo,
Exacto y austero
Te devuelva con intereses
Todas las promesas que no cumpliste