Esta vez ya no hablamos sobre sueños
Ya no hay emoción en las palabras
Andamos con cuidado por las noches
Evitando a toda costa los reproches
Sobre tu rostro reposa una sonrisa
La alegría de vivir el día a día
Enredado entre promesas cumplidas
Con el alma llena de heridas sanadas
Confieso la envidia que te tengo
Cuando por momentos me detengo
Sobre el montón de viejos fracasos
A los que la nostalgia me devuelve
Esta vez ya no espero que me escuches
Ni busco en tus palabras el consuelo
Mientras me recuesto entre recuerdos
De los días que está tarde anhelo.