El gran dilema de viajar en el tiempo
es el no saber
si ha sido mañana
o será ayer por fin conocerte.
Igual a acariciar un fantasma
que ha de estar uno de estos días pasados
o que ya estuvo presente en mi futuro.
Y cual digerir lo que aún no se come
es besar en tiempo indefinido.
No sabré si amarte ayer
o si ya te estoy amando anteriormente
desde mañana temprano,
o si incluso ya te amaba hoy
después de que aparezca la noche,
con lo que ciertamente fuiste en tu adiós
el amor que nos unirá sin prisa a primera vista.