Las líneas de mi rostro se agudizan
Mis ojos, antes vigorosos, perdieron fuerza
Ya no me reconozco en tantas cosas
Esta frente fruncida lo confirma
El mal genio no habita en mí, como se supone
No soy un tipo interesante porque guarda silencios
La gente se sorprende con muy poco
Si supieran que no sé cómo he llegado “tan lejos”
Ahora transito más despacio, no hay afán para la muerte
He mutado para sobrevivir; un poco de mí en cada armazón
Trato de recuperar esa ausencia, pero pierdo cada vez
Deambulo por una ciudad que no espera
En esta casa, fantasmas de otra gente me hablan
Susurran cosas que no entiendo
El alma de la gente confía demasiado
Si supieran que estoy igual que ellos
No comprendo mi mente, hay estados de mucha lucidez
Pero de pronto la nostalgia me atraviesa y miro por la ventana
Escribo palabras al azar que me azotan con fuerza las fibras
y mi corazón no logra descifrar la reyerta
Estoy lleno de silencio
Y el mundo desbordado de palabras
Hay millones de ceños fruncidos en esta ciudad de caos:
otro más no significa nada
¿acaso alguien lo entiende?