Hernán Mejía Silva

MUDANDO LOS CABALLOS

Entraron galopando,

como suelen hacerlo los miedos,

rompiendo todo a su paso,

derribando el pasado,

tirando con deseo.

 

Entraron demandando,

explicaciones y nuevos espacios,

pasiones de puerta cerrada,

devaneos de ventana abierta,

en nuestro absurdo no se rompió nada…

ni siquiera los platos de la abuela, pero hay que acomodarlos.