Demencia otoñal

Necio vs. sabio

Al sabio le pedí que en su nobleza,

su edificante luz me fuese dada,

y en mí su voz fue haciendo mella a cada

palabra desbrozada de maleza.

 

Más tarde, al necio, en acto de torpeza,

confié la construcción de mi morada,

y al cabo de tenerla terminada,

se me cayó la casa en la cabeza.

 

A base de teórica, el bagaje

que el sabio deja en mi conocimiento,

no es poco a estas alturas del rodaje.

 

No obstante, las lecciones del jumento

han sido mi mejor aprendizaje,

pues no hay mayor lección que el escarmiento.