Me sueño reflejada en tus ojos…
Te sueño entre luciérnagas y con su luz me reflejo en tus ojos hermosos, y siento la paz bendita de tu amor, me enredo en tus brazos, y amanezco cobijada con tu piel morena sobre mí, me doy cuenta que es solo un sueño, que estas lejos, lejos, muy lejos pero yo te vivo cerca muy cerca de mí, eres mi siempre y mi después, desde el día que te conocí, me enamoré de tus ojos y me fui por la mirada de tus ojos hermosos, y allí sigo pegada en ti, soy tu otra mitad y tú eres la parte que siempre me faltó, hasta que te conocí esa noche brillante de diciembre, lloraba en medio de la noche, sin encontrar descanso paz para mi alma, y apareciste tú con ese abrazo y me bajaste las estrellas, sé qué no te gusta que diga siempre lo mismo, pero lo hago para no olvidar por que sigo amándote, porque desde ese momento eres el hombre que amo, eres mi siempre y para siempre, quiero que lo sepas, porque ya hemos pasado por mucho, quiero sentirte, buscarte y encontrarte, encontrarnos para vivirnos en este amor eterno, y siempre volver a amarte, quedarme en tu vida, para que seas vida de mi vida sin que lo amándonos hasta la eternidad, voy a amarte todas las vidas pasadas de los dos esas que ya antes vivimos juntos, venimos de otras vidas que nos unen y nos atan para estar juntos, Los dos hemos llorado, este amor que es difícil entender, ¿por qué sentimos amarnos y por qué deseamos estar juntos? pero no dejamos de seguirnos, buscarnos, encontrarnos, bien sé qué es algo que no podemos evitar, la vida nos separa pero tambien el destino nos junta y viviremos juntos por la eternidad, tantas veces que nos buscamos y nos encontramos pero sin tenernos, sin juntar nuestros cuerpos, somos sueños que se juntan para amarse, vestidos de fantasías, anhelos, deseos y pasiones que nos hacen vibrar y sentir esto que sentimos sin tocarnos, son sueños que donde nos juntamos y que deseamos tanto que un día lo intangible se haga tangible, para sentirnos en el lecho y en la vida, la vida que deseamos vivir juntos, y seamos un nuevo amanecer, un nuevo comienzo, dejando atrás el sufrimiento de no tenernos porque la distancia nos separa, deseamos tenernos, sentirnos con este amor y tener sueños erotizados que nos junten todas las noches. Te amo y te odio, te odio porque estas lejos de mí, te amo porque no te olvido ni un segundo, estas en todo lo que pienso y lo que hago, hasta en mis pesadillas y sueños locos apasionados haciendo haciéndote el amor ¿Qué será de ti sin mí y qué será mí sin ti? Borra con tus besos este dolor de estar lejos y de no sentir tu piel sobre mi piel morena, vivamos este amor y que nos sorprenda la muerte amándonos como siempre lo hemos deseado que tu alma comulgue con mi alma para ser una, te elijo a ti para amarte el resto de mi vida, te elijo cada día entre mil vidas porque ya lo vivimos antes en un déjà vu , venimos de otras vidas amándonos, es un amor bendito, te elijo a ti para amarte hasta el fin del fin y ser eternos en lo eterno delante de Dios, sé que te da miedo amarme, porque es un amor tan grande, que no lo puedes contener en tu corazón. Te amo, amor, te amo desde siempre, te amo! me hago eterna en tus ojos y tú en los míos, este amor es eterno en la eternidad. Yo te elijo a ti, ahora y para siempre. eres mis ojos, mi luz y mi sombra porque te llevo siempre conmigo. eternamente tuya y tú eternamente mío.
Alicia Pérez Hernández.... México
No es la pluma la que escribe, es el alma
Todos los derechos reservados©
Me tienes en tus manos
y me lees lo mismo que un libro.
Sabes lo que yo ignoro
y me dices las cosas que no me digo.
Me aprendo en ti más que en mi mismo.
Eres como un milagro de todas horas,
como un dolor sin sitio.
Si no fueras mujer fueras mi amigo.
A veces quiero hablarte de mujeres
que a un lado tuyo persigo.
Eres como el perdón
y yo soy como tu hijo.
¿Qué buenos ojos tienes cuando estás conmigo?
¡Qué distante te haces y qué ausente
cuando a la soledad te sacrifico!
Dulce como tu nombre, como un higo,
me esperas en tu amor hasta que arribo.
Tú eres como mi casa,
eres como mi muerte, amor mío.
Me tienes en tus manos - Jaime Sabines