Jared Rosado

Nueva mujer

Ineptitud abrasan mis glóbulos blancos

para dañar al que amor me ha otorgado;

yo que, al dar amor fui fracturado,

osé tensar la flecha que a ese corazón 

he arrancado, entera y a cachos.

 

Mis labios reposaron sus colinas

buscando encima de ellas otra cintura.

Mis cortinas se abrían y cerraban,

pero las luces nunca iluminaban

a la que, dos diciembres atrás, 

selló en mi corazón su atadura.

 

Hoy esa nueva mujer quiso

diluir aquel amor,

aunque sentí su desespero por 

arrancarme mis labios llenos de fuego

se encontró que de raíz a punta

en mí solo corroen labios ajenos

cenizas del pasado.