Equivocada y confundida,
siempre juzgada y vencida,
una noche de brujas y hechicería,
llena de oscuridad y pócimas para que permitan olvidar y dejar atrás todo parece que nunca va acabar.
Padeciendo siempre la cacería,
el miedo de aparecer en una esquina y ser atrapada y encadenada por la condena de adivinar siempre el final,
el juzgamiento inclemente de un pasado y un presente difícil de borrar,
la persecución día a día al esconder los poderes que el corazón aguarda,
la acusación final de seres que no conocen la historia, no comprenden su manera de actuar
y la ejecución por sus pecados y sus maleficios
quemada en la hoguera con el dolor en el alma de entregar magia donde no le correspondía brillar.