Desde lejos veo...
cómo aquellos seres
cuentan con la grata compañía
de un amigo... o de una amiga.
Desde lejos veo
cómo comparten sus dichas...
y sus desdichas,
cómo se hablan con el corazón abierto,
cómo se acompañan
bajo la dulce compañía del silencio.
Porque las palabras,
muchas veces, sobran.
Porque solo basta
la afable compañía
de un buen amigo...
o de una buena amiga.
Desde lejos veo
la complicidad con la que conversan,
conversaciones llenas de misterios y de códigos,
solo descifrables
por aquel amigo...
o por aquella amiga.
Desde lejos veo
lo que nunca he tenido,
y lo que quizás,
algún día... tendré.
Desde lejos veo
lo que siempre añoré.
Pero por ahora...
con mis versos
me conformaré.