Me encuentro un poco anonadada,
 quizá sin respuestas a las mil preguntas que me hago…
 miro muchos lugares, recuerdos… 
diría que estoy tocando todas las puertas para ver si alguna de ellas
 me da lo que estoy buscando (seguramente es… el buscarte).
Diría que las palabras encuentran el hueco y encajan perfectas…
 y dirías que no todo es necesario encajar, sino “estar en libertad”.
Me sigo riendo, sonriendo a la nada misma, porque viene a la mente
 eso que creo que no existe —la ficción perfecta de un amor imposible… ja.
Sigo… respiro profundo, como si ya no tuviera aliento.
 ¿Qué fue lo que despertó tanto interés para seguir eligiéndote?
 ¿Por qué no lo siento real, si sé que el dolor sí existió?
—¿Será miedo? 
—Sé que no vas a irte… bueno, a esta altura sos un poco impredecible.
—Creo que eso es lo que me hace quedarme.
Sé que mis respuestas a mis preguntas todavía están sin ser escuchadas.
 Sé que todavía hay más desconcierto…
 Diría que me cansé de indagar cuál es el secreto, pero estoy a la expectativa,
 añorando algo que quizá nunca me digas, pero eso…
 eso me hace sentirme viva.